Mascotas esterilizadas: ¿Debo adaptar su alimentación?

La esterilización es un procedimiento habitual al que recurren muchos dueños de perros y gatos. Si es tu caso o te lo estás pensando, puede que te preguntes cómo afectará a tu mascota y si tendrás que cambiar o no la forma de alimentarla. 

La verdad es que sí, la alimentación de un perro o un gato no debería ser la misma antes y después de esterilizar.

¿Por qué motivo? La esterilización reduce el metabolismo basal y en consecuencia, las necesidades nutritivas del animal se ven reducidas entre un 20 y un 30%. Se induce un nuevo estado de equilibrio hormonal,  en el que aumenta la secreción de hormonas relacionadas con la obesidad.

Ojo: No es que la esterilización engorde, es que genera cambios metabólicos que podrían hacer que el animal engordara si la dieta no se ajustara a esos cambios. No obstante si ajustas la alimentación tras la intervención, tu gato o perro se mantendrá en su peso y perfectamente sano. 

La esterilización es un procedimiento veterinario seguro, que se recomienda practicar entre los 6 y los 12 meses de vida del animal, una vez alcanzada la madurez sexual. 

Entre sus beneficios, destaca la prevención de patologías comunes en la clínica diaria de mascotas. En los machos, evita la formación de tumores testiculares y el agrandamiento benigno de la próstata, conocido como HPB o hiperplasia prostática benigna. En las hembras, la esterilización previene los embarazos psicológicos, los tumores de mama y la piometra, una acumulación de material purulento que se produce en el útero, cuyas consecuencias pueden llegar a ser mortales.

Además, gracias a la esterilización podemos controlar la natalidad de las mascotas evitando problemas de  superpoblación o de abandono. Por último, hay que destacar su utilidad en la corrección de conductas relacionadas con las hormonas sexuales, como la dominancia, el vagabundeo, la agresividad y la monta.

Entrada anterior
Somos parte de Basque Food Cluster: más de 130 empresas, un reto común
Entrada siguiente
La edad, un factor importante en la alimentación de tu gato